El 2024 ha sido un año increíble para la música, pero no solo por los discos que han salido, sino también por lo que las portadas de esos álbumes dicen visualmente. El diseño gráfico detrás de las portadas es una extensión de la música misma, y me encanta cómo estas imágenes reflejan la esencia de lo que he escuchado. En esta primera parte quiero hablar de tres discos que, además de ser parte de mis álbumes favoritos, también me dejaron impactada por su diseño visual: The Great Impersonator de Halsey, Kissing Death de Mothica, Prelude to Ecstasy de The Last Dinner Party, y Romance de Fontaines D.C. Cada uno tiene algo único que hace que no solo los disfrutes en los oídos, sino también con la vista.
The Great Impersonator – Halsey
La portada de The Great Impersonator es todo lo que uno esperaría de un disco de Halsey. No es solo una portada llamativa y misteriosa, es una imagen cargada de emoción. Halsey aparece frente a un fondo abstracto que refleja ese contraste entre lo que pretendemos ser y lo que realmente somos . Hay algo súper crudo en la imagen, como si fuera un fallo, como si faltara una parte. Para mí, esto encaja perfecto con el tema del disco, que explora la identidad, el autoengaño y la lucha interna entre lo que somos y lo que queremos ser (junto con las vivencias de Halsey el cual, se trata de un disco que profundiza dentro de los que ella creía que eran sus últimos días de vida).
La música del álbum es un viaje de emociones que va desde lo vulnerable hasta lo experimental, pasando por diferentes épocas y como sería si Halsey hubiera sido parte del movimiento músical de los 70s, 80s, 90s y 2000s (también contó con portadas representando a esas ‘impresiones’ que creó) demostrando que Halsey es, un artista camaleón.
Kissing Death – Mothica
Cuando vi la portada de Kissing Death de Mothica, no pude dejar de pensar en cómo logra mezclar la belleza con lo oscuro. La imagen tiene algo etéreo, con Mothica rodeada de una atmósfera sombría, pero también sensual. La portada es un reflejo perfecto de la música del disco: una mezcla de lo gótico con lo introspectivo, que nos habla de la aceptación de la mortalidad desde una nueva perspectiva.
Mothica siempre ha jugado con esa línea entre la vulnerabilidad y el poder visual, y la portada de Kissing Death no es la excepción. Me encanta cómo es una portada simple, en el cual solo destaca la fotografía en la que no solo resalta la estética de su música, sino que también te invita a sumergirte en los temas profundos del disco, como la vida, la muerte y el renacimiento. La portada transmite exactamente lo que sientes al escuchar la música: una especie de paz oscura, la belleza dentro del caos.
Prelude to Ecstasy – The Last Dinner Party
La portada de Prelude to Ecstasy de The Last Dinner Party es un total mind-blow y mi descubrimiento favorito de este año. Es una mezcla de arte clásico y moderno, con las chicas de la banda posando como si fueran parte de una pintura renacentista y delicado, pero con un toque surrealista. Los colores, las texturas, todo tiene un aire de lujo decadente, que me encanta porque va totalmente con la vibra del disco.
Musicalmente, el álbum es un festín de pop teatral, con melodías grandiosas y letras que se sienten como parte de una novela épica. La portada es el reflejo perfecto de eso: una mezcla de lo sofisticado con lo irreverente. Es como si estuvieras entrando en un banquete visual lleno de emoción, exceso y drama, y la música te acompaña en este viaje.
Me encanta cómo este álbum no solo juega con lo musical, sino que también está muy pensado en lo visual, y el diseño gráfico y fotografía tiene tanto impacto como las canciones.
Este disco tuvo una re-edición en el cual adaptaron este diseño principal a una puesta de escena más actualizada para celebrar su éxito.
Romance – Fontaines D.C.
Ahora, hablemos de Romance de Fontaines D.C., porque esta portada es única y super abstracta. La imagen es muy simple, pero tiene algo en ella que te atrapa. Es futurista pero con un aspecto retro y también un halo de misterio. Eso, para mí, refleja perfectamente lo que está en la música del álbum ya que no esperaba para nada lo que iba a escuchar.
Este disco es un tributo a los recuerdos, a las relaciones que se quedan en el aire, y a la nostalgia. La portada, aunque sencilla, está llena de sentimiento. No es una imagen recargada, pero la calma de la foto te transporta a ese espacio emocional del álbum, donde los recuerdos y las experiencias se sienten vivos, pero también se desvanecen en el tiempo.
Lo que me gusta de Romance es que, aunque la portada sea tan minimalista, refleja perfectamente los temas de pérdida, pertenencia y el paso del tiempo que atraviesan las canciones del disco. Fontaines D.C. es una banda que tiene una habilidad única para poner en palabras lo que muchos no pueden, y su diseño visual captura eso perfectamente jugando con elementos futuristas como el 3D pero factores tradicionales como es esa tipografía gótica.
El Arte como Extensión de la Música
Lo que me ha fascinado de estos álbumes es cómo el diseño gráfico y la música se complementan de una manera tan orgánica. Cada portada tiene una narrativa visual que no solo refleja el sonido, sino que también le da una dimensión extra a lo que estamos escuchando. No solo me han encantado estos discos, sino también cómo sus portadas me hacen sentir antes de darle play y como muchos de ellos me han sorprendido de la manera más grata (y hasta me han catapultado a comprarme las versiones físicas de estos álbumes).
En este primer artículo, os he dejado algunos de los discos que más me han encantado este año, no solo por sus canciones, sino por su increíble diseño. El 2024 nos ha dado muchos álbumes que son una experiencia completa, donde la música y el arte visual se fusionan de una manera única.
¿Qué portadas de este año han captado tu atención? ¡Cuéntame! Y estate atenta a la segunda parte de este artículo, donde compartiré más de mis álbumes favoritos.
Hasta el próximo post ♥